Pamplona es Camino de Santiago

A tan solo diez minutos del Hotel A, se encuentran los hermosos jardines de la Taconera, diseñados en 1888, y que son los jardines por los que el Camino de Santiago, a su paso por Pamplona, abandona el casco antiguo. Son una buena opción a la hora de dar un buen paseo por la mañana antes de llegar al centro de Pamplona para disfrutar de su variada oferta gastronómica.

Pero también como parte de ese recorrido del Camino de Santiago, a menos de quince minutos del Hotel A, tenemos la Vuelta del Castillo, un extenso parque que rodea la Ciudadela, una fortificación pentagonal construida entre los siglos XVI y XVII.

Pero en realidad, el Camino de Santiago ingresa a Pamplona desde la localidad de Burlada, bordeando la ribera del río Arga y rodeado de huertas y jardines. Para acceder a la ciudad, los peregrinos deben cruzar el puente de la Magdalena, una estructura del siglo XII que ha sido declarada Bien de Interés Cultural y Monumento Histórico Artístico. La entrada al Casco Antiguo se realiza a través del imponente conjunto amurallado renacentista de Pamplona, considerado una de las puertas más majestuosas de toda la ruta jacobea.

Al atravesar las murallas por el Portal de Francia, con su puente levadizo del siglo XVIII, el Casco Antiguo recibe al peregrino con un ambiente tranquilo y acogedor. El Camino de Santiago asciende por la calle del Carmen, que cruza la plaza de Navarrería, desde donde se pueden contemplar las torres de la Catedral de Santa María la Real. Este templo de fachada neoclásica guarda en su interior el mausoleo del rey navarro Carlos III, un impresionante claustro gótico y la premiada exposición de arte sacro Occidens, entre otros tesoros.

El recorrido continúa por la animada calle Mercaderes hasta la plaza Consistorial, presidida por el Ayuntamiento de Pamplona. Allí, es casi obligatorio detenerse para admirar su magnífica fachada barroca y el balcón adornado con flores, desde donde se lanza el famoso Chupinazo que inaugura las fiestas de San Fermín cada 6 de julio.

Siguiendo por la calle Mayor, que en su momento fue la vía principal de la ciudad gracias al influjo del Camino, los peregrinos encuentran palacios barrocos y renacentistas en ambos lados. Entre ellos destacan el palacio del Condestable, un edificio del siglo XVI que alberga un museo dedicado al violinista Pablo Sarasate y está declarado Bien de Interés Cultural, y el palacio de Ezpeleta, un magnífico ejemplo de arquitectura señorial barroca en Pamplona. A lo largo de esta calle se localizan también dos importantes iglesias: San Saturnino, dedicada al patrón de la ciudad, y San Lorenzo, que alberga la capilla de San Fermín.

Finalmente, el Camino de Santiago abandona el Casco Antiguo bordeando los hermosos jardines de la Taconera como ya hemos comentado y atraviesa la Vuelta del Castillo, pasa por el barrio de Iturrama y sale de la ciudad atravesando los jardines del Campus de la Universidad de Navarra, un espacio de gran belleza y diversidad biológica.